miércoles, junio 20, 2007

Confianza en la calidad de Osakidetza

Los estudiantes de Medicina ven su futuro en la sanidad pública pero demandan mejoras en atención primaria

EL PAIS- País Vasco

Desde las Unidades Docentes de la Universidad del País Vasco (UPV) en Cruces y Basurto, donde cursan quinto y sexto de Medicina, han podido acercarse a la realidad que vive el personal de Osakidetza, quien ha protagonizado huelgas en las últimas semanas. Cinco futuros médicos se solidarizan con ellos porque saben que esas reivindicaciones serán las suyas en apenas unos meses. Aún así, siguen creyendo en la calidad del sistema de sanidad público vasco, en el que esperan desarrollar su carrera por considerarlo atractivo y como una apuesta ideológica por los servicios públicos.

"Hay que matizar la afirmación de que Osakidetza está mal. La calidad es buena, hay médicos excelentes que están formando a nuevo personal, y no tiene nada que envidiar a la sanidad privada. Lo que falla es la escasa inversión, y la deficiente gestión y optimización de los recursos", afirma Silvia García, quien piensa que siempre ha habido problemas pero es ahora cuando se denuncian. Por ello, y porque consideran que son los factores personales los que llevan a buscar un futuro fuera, no creen que la crisis vaya a incentivar la fuga de cerebros.

Una de las principales demandas sindicales es la creación de más plazas en las especialidades más deficitarias. Los estudiantes, en cambio, abogan por centrar los esfuerzos en mejorar la atención primaria, donde cada médico atiende a una media de 30 pacientes al día. Beñat Egiarte y Ana Salas creen hay que invertir más en atención primaria que en hospitales porque "gran parte de los pacientes de los hospitales, como las personas mayores, podrían ser atendidos en los ambulatorios, incluso en sus casas". "Hay que educar a la sociedad, porque se acude directamente a urgencias por comodidad, y así saturan el servicio", añade Egiarte. Por ello, no comparten la petición del Parlamento de crear un hospital en la margen derecha, porque creen que lo prioritario es mejorar los ambulatorios, "para reforzar el sistema desde los cimientos".

Los cinco ven positiva la petición de la Cámara vasca al departamento de Gabriel Inclán de que cifre el déficit de especialistas médicos en Euskadi, pero para ello lo primero es "escuchar a los especialistas porque las carencias son latentes", señala Egiarte. Esa información, aún así, la tendrán en cuenta para saber en qué áreas se contratará a más personal a corto plazo, aunque, como apunta Nuria García, pesarán más al decidir especialidad las motivaciones personales y la calidad en el hospital que elija: "No elegiré mi primera opción si en mi zona funciona mal, porque la formación será nula".

Al contrario que la mayoría de análisis, los jóvenes no creen que la causa de la crisis haya sido la incapacidad y falta de previsión del sistema para afrontar nuevas realidades como la inmigración o el envejecimiento de la población. "No lo veo como un problema. Es cuestión de adaptarse a ellas progresivamente, y existe esa voluntad", afirma Silvia García.

Titulación más práctica y MIR más especializados
Como un colectivo al que pertenecerán en unos meses, los alumnos se solidarizan con el descontento de los Médicos Interinos Residentes (MIR), para los que el Parlamento ha pedido un aumento del número de plazas. "El sistema sanitario los considera mano de obra barata y la sociedad meros aprendices, cuando se encargan del trabajo duro y las urgencias", señala Ana Salas. La joven reclama un mayor control sobre su formación: "Se olvida que están ante todo para formarse".

Su preparación es, además, fundamental para promover el relevo generacional, y que la jubilación de una parte importante de la plantilla de Osakidetza no perjudique al sistema. "Hay profesionales tan especializados que hay que cultivar desde ahora una buena formación para poder sustituirlos", defiende Egiarte. "Pero no se mira a medio plazo, sólo se tienen en cuenta las necesidades del momento", objeta Silvia García.

Para ello, ayudaría repartir mejor las tareas entre los estudiantes de los últimos cursos de Medicina, como ellos, y los MIR. "Hay que convertir al alumno en un sujeto activo en el hospital para que los residentes se centren en estudiar su especialidad, y se liberen de trabajo de medicina general", sostiene Egiarte. Salas propone que "se acoja a estudiantes en los ambulatorios, donde transcurre el abecé de la profesión", y su compañero incide en prestigiar la especialidad de médico de familia y mejorar su formación para que deriven menos pacientes a los hospitales.

Los partidos políticos han reconocido la necesidad de aumentar el número de estudiantes de Medicina. No falta vocación para ello, opina Iratxe González: "Las plazas universitarias se cubren en seguida a pesar de la elevada nota de corte y la perspectiva de cursar seis años de carrera y realizar las oposiciones del MIR sin que asegure la estabilidad".

Pero para mejorar Osakidetza, lo primero es subsanar las deficiencias de la titulación universitaria haciéndola más práctica y promoviendo el contacto con los pacientes desde primero, coinciden los cinco. Señalan además la necesidad de crear asignaturas más integrales y organizar más seminarios para afrontar casos reales. Egiarte reclama también un buen convenio entre UPV y Cruces "porque los médicos enseñan por amabilidad".

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