martes, diciembre 04, 2007

Eduardo Rubio, psicólogo social

"El catastrofismo puede inmovilizarnos contra el cambio climático"

EL PAIS- País Vasco
Consciente de la capacidad de la prensa para sensibilizar a la sociedad, la Asociación de Periodistas Vascos (APV) ha organizado en Bilbao unas jornadas sobre desarrollo sostenible. Expertos de diversos campos abordan hasta hoy ese concepto aplicado a áreas como la energía, el urbanismo y la fiscalidad. El psicólogo social y porfesor de la UPV Eduardo Rubio (Bilbao, 1962) disertó ayer sobre la relación entre sostenibilidad, migraciones y envejecimiento poblacional.

Pregunta. ¿Se ha descuidado la dimensión social de los problemas medioambientales?

Respuesta. Sí. El medio ambiente y la economía son importantes, pero hay que situarlos al servicio del bienestar de las personas. La maquinaria del sistema capitalista contamina, crea pobreza y ni siquiera nos hace felices. El PIB va fenomenal, pero las personas gastamos más, trabajamos más y estamos más solas. El desarrollo sostenible ha de contemplar soluciones tecnológicas, pero también sociales, como reducir el consumismo para no agotar los recursos y hacer un mundo más humano.

P. ¿Y su relación con la inmigración y el envejecimiento?

R. El capitalismo provoca desigualdades que obligan a emigrar, pero, además, hace que los países desarrollados necesiten inmigrantes para suplir sus carencias. Necesitamos gente al cuidado de nuestros hijos y mayores, y contribuyentes para que no peligre el sistema de pensiones. No puede ser que les queramos para que nos limpien y no para que participen en la toma de decisiones. Quien tiene obligaciones también tiene derechos.

P. ¿Cómo se puede concienciar y movilizar a la sociedad contra el cambio climático?

R. La humanidad se adapta mal a cambios rápidos, y ha reaccionado tarde ante las catástrofes. Esta vez debemos reaccionar a tiempo. Tenemos que cambiar de todas formas para no destruir el planeta. ¿No será mejor hacerlo poco a poco y con beneficios? Hay que lanzar el mensaje optimista de que hay solución, pues el catastrofismo inmoviliza. Las políticas se quedan en lo superficial. Debemos preguntarnos para qué producimos, si genera bienestar real.

P. ¿Quién puede liderar ese proceso?

R. Las clases dirigentes no, porque les interesa este sistema. Todo lo que hagamos a nivel individual suma, pero quienes han generado el problema tienen que poner de su parte. Cada persona somos una pieza, pero la que tiene que parar es la maquinaria. La clave es reactivar los mecanismos de participación ciudadana, cambiar desde abajo y presionar a los de arriba. A partir de ahí marcaremos entre todos las pautas para avanzar. El papel de la prensa es clave: su mensaje llegará a los políticos tanto de manera directa como a través de unos votantes informados y sensibilizados.

P. ¿Se puede evitar que potencias emergentes como China copien modelos insostenibles?

R. No podemos decir a China desde nuestro pedestal que apague la calefacción mientras que nosotros seguimos subiendo los grados de la nuestra. Si pedimos sacrificios tendremos que dar una contraprestación y dar ejemplo, pero yo espero que así como los países emergentes han sabido desarrollarse más rápido que Occidente, sepan reaccionar antes.