domingo, diciembre 31, 2006

Imma Monsó/ Escritora

"La palabra es catártica. Puede iluminar el día o desgraciarlo"
30 de diciembre del 2006. EL PAIS-País Vasco
Hacer una crónica del duelo sin dramatismo es la última propuesta novelística de Imma Monsó (Lleida, 1957), quien en Un hombre de palabra (Alfaguara) plantea, desde su propia experiencia vital, cómo preservar la presencia del marido fallecido y, a la vez, atenuar el dolor que esa pérdida causa. Después de tres novelas y un libro de relatos, Monsó quiere extender con esta obra a nivel nacional el éxito que ya ha cosechado en Cataluña.
Pregunta. ¿Por qué una novela sobre el duelo?
Respuesta. Cuando murió mi marido empecé a escribir de un modo catártico, para verbalizar el dolor, como medida terapéutica. Al cabo de los meses, me di cuenta de que el estilo que me caracteriza, la mirada irónica, convertía los textos en literatura.
P. ¿No da pudor narrar el dolor propio sin escudarse en un personaje ficticio?
R. Me hubiera dado más pudor inventar. Sería obsceno modificar la realidad, sobre todo por la gente que nos conoce y por mi hija, a la que quería transmitir mi percepción de la relación con su padre.
P. Que la protagonista sea usted, una escritora, le permite reflexionar sobre la palabra, algo que se refleja desde el título.
R. Una de las pocas cosas en las que creo es en el poder de la palabra. Es catártica. Puede iluminar el día o desgraciarlo. Para un escritor es su herramienta de trabajo y su forma de poblar la vida. En nuestra relación era fundamental y después de su muerte intento reconstruir la relación a través de la palabra. Esta alegría que exhala la novela se debe a que las palabras justas permiten revivir la relación con su vitalidad original.
P. "Escribir es una buena manera de saber qué pasará", asegura en el prólogo.
R. Yo construyo textos, pero ellos también me construyen. Escribir es un modo fantástico de explorar la realidad. Me ha permitido hacerme preguntas sobre el asombro que me produce que la atracción haya durado dieciséis años o que pensara "no puedo o no quiero vivir sin él" y, sin embargo, vivo. Ese asombro ilumina la escritura, es positivo. La tristeza paraliza.
P. En la novela expresa precisamente la intención de sustituir el dolor puro por la perplejidad.
R. El reto era no caer en el melodrama. Cuando surgió la chispa del humor, vi que la novela se podía convertir en algo que, además de conmover, hiciera sonreír y pensar.
P. "En este duelo no tengo prisa, pues no quiero que acabe", escribe.
R. Esa falta de prisa hizo que complicara el proceso introduciendo capítulos en que describía la relación de pareja y la personalidad de él. Hay un dolor curioso: el dolor de perder el dolor, de olvidar lo que no se quiere olvidar. ¿Cómo conseguir que él esté presente sin que resulte doloroso? Eso es lo que trataba de descubrir y lo he conseguido.
P. Más que ahondar en el sentimiento, describe la cotidianidad del duelo.
R. Había que ir recogiendo una a una las cosas que pudieran ayudar. Ante tal hecatombe, no pude concebir convertirme en una doliente constante, en una persona que entristece a los que tiene en su alrededor, especialmente a mi hija.
P. Usted encuentra en ese hombre el amor absoluto, lo que describe con la metáfora de poner todos los huevos en la misma cesta. ¿No le preocupó perderlo todo con él?
R. De joven tenía la obsesión de que el amor puede solucionarlo todo y que puedes tener en una sola persona a un maestro, un amante, un compañero. Por la personalidad peculiar de él fue posible conseguirlo. Existe el peligro de la dependencia, pero también aporta una sensación inigualable de refugio.
P. ¿Está trabajando en una nueva novela?
R. No. La verdad es que esta novela ha provocado un corte extraño; no sé lo que me ha pasado.

martes, diciembre 19, 2006

Simone Borelli/ Oficial de programas de la FAO

"Hay medios para erradicar el hambre; falta el compromiso"
6 de diciembre del 2006 EL PAIS-País Vasco
Simone Borelli (Roma, 1963) es desde el 2001 oficial de programas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), dentro del Servicio de Descentralización, que da apoyo a las oficinas de cada país. Este licenciado en Ciencias Forestales y master en Gestión de recursos hídricos intervino la pasada semana en el Master de Paz y Desarrollo que organiza la UPV.
Pregunta. Cada año hay cuatro millones de pobres más en el mundo.

Respuesta. No hay carencia de alimentos, sino un problema de distribución. Falta el compromiso de los donantes y de los países miembros para cambiar las políticas agrícolas. Y más importante que el personal técnico es el apoyo político a los países para que inicien el desarrollo rural.

P. ¿Va a poder cumplir la FAO el compromiso de reducir a la mitad el número de pobres para el 2015?

R. Se ha constatado que no va a ser posible. Las técnicas para erradicar el hambre existen, pero no hay suficiente compromiso político. Los conflictos internacionales en curso, como la situación en Irak, dificultan más aún la cooperación.

P. ¿Cuáles son los pilares fundamentales de su trabajo?

R. El desarrollo sostenible de los recursos naturales, el desarrollo social y económico de los países y el apoyo técnico para mejorar la producción. Pero la FAO es sobre todo un foro neutral para desarrollar políticas internacionales y manejar de forma más adecuada los recursos.

P. ¿Tienen dificultades presupuestarias?

R. Sí. El presupuesto ronda los 400 millones de dólares anuales, pero si pensamos que cada bombardero de Irak cuesta 2 millones... Para un presupuesto tan pequeño logramos un gran impacto, pero se necesita más.

P. ¿Qué país es un referente por su lucha contra el hambre?

R. Brasil. [El presidente] Lula ha creado con Argentina, Paraguay y Uruguay la Alianza Latinoamericana contra el Hambre y es un muy buen ejemplo de cómo puede el Estado combatir el hambre. Estas experiencias se pueden trasladar a otras regiones de Asia o África.

P. ¿Cómo ayudan a los países a desarrollar técnicas que les hagan autosuficientes?

R. Ya tienen acceso a las técnicas, pero tienen que cambiar el enfoque político. Los mandatarios dejan de lado la agricultura, incluso en países en los que el 90% de la población se dedica a ella, porque desconocen su contribución a la economía. Lo fundamental es invertir más en infraestructuras agrarias.

P. ¿Cómo puede un país del Tercer Mundo competir con las multinacionales?

R. Somos una organización muy pequeña como para enfrentarnos a las multinacionales, pero respondemos a los países que nos piden ayuda para contrarrestar su poder. También brindamos apoyo a los gobiernos para que dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) estén al mismo nivel que los países desarrollados. Les damos conocimientos técnicos y capacidad de negociación para que comprendan lo que firman.

P. Con el Tratado de Libre Comercio (TLC), ¿podrá sobrevivir el sector agrícola de los países latinoamericanos a la competencia de EE UU?

R. La FAO está formando a los países para reducir el impacto. En América Central estamos trabajando para que sus productos sean considerados biológicos y tengan así un valor añadido.
P. ¿Cuál es su postura respecto a los trasgénicos?

R. Somos un foro de debate neutral, no nos posicionamos. Pero, para darle un ejemplo, en mi trabajo anterior en el IPGRI (Instituto Internacional para los Recursos Genéticos Vegetales) sí se hacían investigaciónes sobre los plátanos modificados genéticamente para combatir la desnutrición en Uganda.

P. ¿Cómo influirá el cambio climático en las zonas rurales?

R. Va a tener un gran impacto sobre los cultivos, sobre todo en las regiones tropicales. Es un tema controvertido, pero se están observando muchos fenómenos, como las inundaciones. La FAO ha creado una división que se ocupa de estudiar sus efectos en los países subdesarrollados.
P. ¿Cómo se pueden contrarrestar los efectos de la desertización?

R. Hay que gestionar mejor los recursos, pero cuando hay tanta pobreza, guerras y desplazamientos de refugiados es muy difícil que eso ocurra. Y la paz no depende de la FAO.

P. ¿Qué opinión tiene de la política de cooperación del Gobierno español?

R. Hay una gran voluntad, sobre todo en cuanto a seguridad alimentaria. Incluso la FAO ha abierto una oficina en Madrid, que esterá operativa este mes, para estrechar lazos con España y colaborar en este y otros temas. Zapatero está apoyando también la Alianza contra el Hambre en América Latina.

P. ¿Estados Unidos tiene la misma actitud?

R. La FAO recibe el 22% del presupuesto de Estados Unidos. Pero la libre competencia hace que los ricos quieran ser siempre más ricos.

Gana la abstención

Sólo el 12% del alumnado vota en las elecciones de la UPV y hay centros sin representación estudiantil
5 de diciembre del 2006 EL PAIS-País Vasco

La abstención fue la vencedora. En las elecciones del alumnado para su representación en el claustro de la Universidad del País Vasco (UPV), celebradas el pasado 23 de noviembre, sólo el 12,57% de los estudiantes acudió a las urnas. Ikasle Abertzaleak (IA), grupo ligado a la izquierda abertzale, volvió a ganar, un año más, con el apoyo del 39,7% de los estudiantes que acudieron a votar, lo que sólo representa un 5% del total de matriculados. La inhibición de los alumnos hace que algunos centros carezcan de representación estudiantil en las juntas, mientras que en otros sólo se presenta IA. ¿A qué se debe la apatía hacia la representación estudiantil? ¿Ese desinterés favorece a IA, cuyo electorado es fiel pero está estancado?
La desinformación es una de las principales causas de la inhibición de los universitarios
Jenifer García, estudiante de Periodismo, señala a la "desinformación" como una de las causas por las que más del 85% del alumnado, entre el que se incluye, no acude a las urnas. Para Igor Ortego, presidente del Consejo de Estudiantes hasta el 2005 como independiente, "los campus viven una campaña continua y la publicidad electoral se diluye entre los carteles". Alberto Cebrián, de Izquierda Universitaria (IU), cree que el tiempo para la campaña es insuficiente. "En sólo una semana pegamos carteles que nadie lee y pasamos sólo cinco minutos por algunas clases. Habría que celebrar debates electorales", afirma.

Ortego responsabiliza además al Rectorado. "Se echa en falta una campaña institucional apoyando el voto, algo que el equipo rectoral prohibió al Consejo de Estudiantes". Cebrián va más allá: "No les conviene que nos movilicemos porque lo hacemos contra iniciativas como el proceso de Bolonia". Iker Aldama, coordinador de Lurgorri, la segunda organización más votada, no comparte esa crítica. "El equipo rectoral nos tiene en cuenta y vicerrectorados como el de Alumnado ayudan en todo momento", sostiene.

Otro obstáculo es que los delegados no siempre cumplen su función. Así lo asegura Jenifer García: "Se presentan sólo por los créditos de libre elección" que se conceden por serlo. Si para ella la solución pasa por controlar su asistencia a las reuniones, Mireia Quintana, estudiante de Publicidad, aboga incluso por "quitar los créditos" a quienes no hagan su trabajo.

La situación es más crítica en Bellas Artes, según la estudiante Inge Rodríguez. "Como no tenemos un grupo fijo, sino asignaturas en las que nos mezclamos, no tenemos delegados". Ortego considera fundamental ese vínculo. "Si la relación es fluida, el alumnado está informado. En Ingenieros la participación supera la media porque la comunicación es constante", asegura.
Las organizaciones políticas, en un momento que no se caracteriza por el compromiso político de los jóvenes, difícilmente movilizan más que a sus simpatizantes. Sin embargo, Iker Aldama, a cuyo grupo se considera próximo, afirma que estas organizaciones "venden una manera de gestión, no unas siglas políticas". Además, cree que a las candidaturas independientes les falta tener "unos objetivos claros". Cebrián, militante comunista, no reniega del carácter político de IU. "Queremos difundir que todo, desde la escasez de autobuses al plan de Bolonia, deriva de decisiones políticas. El apoliticismo no existe; desmovilizar a los estudiantes es también una opción política. Pero no hemos sabido explicarlo y queremos enmendar el error", reflexiona. Además, al representante de IU no le obsesiona ganar las elecciones. "Para nosotros son sólo un medio para transformar el sistema educativo. No caeremos nunca en el populismo de las promesas imposibles o regalar preservativos".

Igor Ortego, en cambio, piensa que los grupos independientes sólidos reactivan el voto. "En Económicas ha subido la participación porque organizan más actividades, como cursos de chino, árabe y japonés y de resolución de conflictos. Cuando un grupo independiente consigue mejoras, la participación aumenta. Además, la politización desmotiva", afirma. Sin embargo, Jenifer García no cree que una opción independiente le animara a votar: "Es difícil confiar en una candidatura apolítica hasta que gane y demuestre que trabaja".

De los 32 centros de la universidad pública, en cuatro -las escuelas de Náutica, las dos de Enfermería y Empresariales de Donostia- no se ha presentado ninguna candidatura o la presentada no ha alcanzado el 5% de participación necesaria para ser legítima. En varias facultades, como Bellas Artes, sólo se ha presentado Ikasle Abertzaleak.

Ortego, Aldama y Cebrián coinciden en que la abstención y la ausencia de candidaturas favorece a Ikasle Abertzaleak. "El que alrededor del 10% del electorado vasco vote a Batasuna hace aventurar que, con una participación mayor, IA no superaría esa cuota. Lo que pasa es que sus simpatizantes votan siempre", sostiene Cebrián. La clave del triunfo de IA está clara para Ortego: "Están muy organizados, tienen una disciplina muy fuerte y un gran apoyo del exterior". Aldama prefiere subrayar que la responsabilidad de ello es del resto de fuerzas, "que no ejercen su derecho de presentar alternativas".